Hace apenas un año, cuando se desató la llamada crisis subprime, en Octubre de 1988, los debates se sucedieron, se pugnaba por saber la magnitud de la crisis, si el capitalismo ppodría o no sobrevivir, cuales serían las consecuencias, hasta donde se profundizaría, que se necesitaba para sobrevivir a la más grande crisis económica desde 1929. El cataclismo parecía sobrevenir, los economistas discutían acerca de la validez o existencia de su disciplina, los críticos del capitalismo decían al fin se está demostrando su agotamiento; los mandatarios se reunían, los teóricos de derecha volvían - o sorpresa- a descubrir a Carlos Marx y como éste algo había dicho sobre la burbuja artificial de la especulación financiera. De improviso los lectores de los periódicos descubrieron que habían dos economías, la importante y decisiva, la financiera, y la economía real, donde todos los demás debíamos vivir nuestra cotidianeidad. El tamaño de la crisis era impensable. Era el tiempo de volver a replantearselo todo.
Y sin embargo un año después los medios de comunicación, de propiedad de los mismos que especularon en las bolsas de comercio, nos anuncian que la crisis ha terminado, que el verde empieza a resurgir, que la economía se regenera (sin decir cual de las dos, aunque sabemos que se refieren a los indicadores de bolsa, los financieros, la macroeconomía global). Es decir, para sorpresa de todos, solo un año después, la mayor crisis del capitalismo y con él, dado su caracter global, del mundo de la modernidad, está terminada por un titular de diario.
O esto no tiene sentido o simplemente quieren nuevamente volvernos opaca la realidad.
Resulta que además enfrentamos más que nunca antes de forma conjunta una serie de crisis de magnitud que no pueden simplemente decretarse terminadas: la crisis ecológica de haber usado en un 110% el planeta; la crisis de biodiversidad del cambio climático y la desaparición de millares de especies que no volverán a recuperarse; la crisis de la pobreza más grande que se conozca en la historia de la humanidad, en que nunca antes se produjo tanto alimento y a la vez existe tanta hambre; una crisis de paradigmas epistemológicos en que la modernidad occidental que ha acabado imponiendose global no puede seguir recurriendo a la ciencia mecánica ni a los mitos del progreso; una crisis social de destrucción de las comunidades y de perdida de lazos; la crisis económica y la finaqnciera y la de intercambio y de producción dirigidas por una biopolítica de la acumulación que hace que no importe lo vivo sino las ganancias; y sobre todo una crisis de percepción, donde todo parece a la vez poco y demasiado y no sabemos hasta cuando seguir acelerando las formas de vivir sin que colapse la salud cotidiana.
Que hace ya un siglo Einstein haya escrito que las ideas que provocan los problemas no son las que sirven para solucionarlos poco importa.
El hecho es que hace un mes falleció un gran amigo que señalaba la brutal paradoja de vivir un tiempo en que nunca antes se había escrito tanto sobre derechos humanos y sin embargo se habían a la vez violado tanto los derechos de los humanos reales. Los Derechos Humanos no son cartas de derechos sino luchas por la dignidad dijo alguna vez sentados en un bar de Sevilla mi querido Joaquín Herrera; por eso es que si nos vulneran tenemos motivo para estar indignados le contesté, y más que enojarse hay que indignarse contra la ignominia, y brindamos a la salud de mejores tiempos.
Seguro que declaraciones como esa pueden molestar a algunos, y con ello si se abren a debatir el punto podemos discutir acerca de la legitimidad de las molestias y de las indignaciones, pero sobre todo de las fuentes de ellas. A mi no me molestan las declaraciones sino los hechos que importan la absoluta vulneración del principio de toda vida: vivir es vivir dignamente y en forma sustentable.
Por eso es que me he decidido al fín a iniciar este blog a sugerencias de otro amigo que peleas más peleas menos dialoga conmigo desde la infancia, convencido más que nunca que las ideas que originan los problemas y que no las resuelven no son las adecuadas; y que en estos tiempos pensar es pensar de otra manera. Esa es la invitación.
Querido amigo-hermano-compañero:
ResponderEliminar"Salir del closet" es siempre un evento y por ello le felicito. Quiero en primer lugar brindar con usted por las conversaciones, por los debates y por los sueños que quedaron incumplidos con la partida de su amigo "Joaquín", que de tanto escuchar sobre él pensabamos que era un mito. No lo fue, más bien era humano y demasiado humano... tanto que nos dejó planteados un sisn fin de desafíos mayores, como el revertir la ecuación: más derechos humanos sancionados, menos efectivos los instrumentos para hacerlos efectivos y mucho menos efectiva es su operacionalización.
Para profundizar en la senda de su propuesta me sumo al debate, preguntando desde el lado de la economía real, aquella que efecta a los que producimos y consumimos en tasas y niveles nunca antes vistos en la historia larga de la humanidad y en la más breve del capitalismo: de quién son estas crisis, quienes las provocan, para qué y por qué terminan afectándonos. Al parecer las crisis son una cosntante en la historia del capitalismo, son las crisis aquellos espacios de reordenamiento de los espacios de competencia entre los capitalistas, por ello son oportunidades para su recomposición, negociación y para resolver la conflictividad al interior de esta conbstrucción que nominamos "mercado". Por ello es posible señalar que aquellas coyunturas de reordenamiento son provocadas por los mismos capitalistas, por sus capitanes, por los grandes conglomerados. Son provocados por que cada una de las crisis implica una oportunidad enorme, inmensa para apropiarse, para rearmar el "orden" sobre el cual la producción, el intercambio y el consumo sean repensados.
¿Por qué sentimos que las crisis son un problema para nosotros?
Por que nos han convencido que somos "homus economicus" (mi latín no es muy bueno, ja). Esto es sujetos que sólo producimos, intercambiamos y consumimos. Aquellos que generan las condiciones para expandir los efectos de las crisis y sus consecuencias, en nosotros y para nosotros, nos han vendido un mundo en que comparar, vender y consumir es lo principal. No hay cultura, si no hay consumo; no hay política, si no hay mercado; no hay poesía, si no hay economía de las palabras, de los sentidos, de los signos y significados... etc.
Nos han creado un mundo a imagen y semejanza de sus intereses (diría el viejo Carlos, que tanto les enseñó)... el problema es que nostros se los hemos comprado... y eso es lo peor, hemos hecho el esfuerzo de comprar este mundo evitando pelearles la posibilidad de construir otro a nuestra medida, para nuestras necesidades...
Algo podremos hacer...
Estimado Rodrigo....
ResponderEliminarMis Felicitaciones por la iniciativa y la decisión de iniciar este blog… Espacio que permitirá la expresión libre de los pensamientos que siempre nos rondan…
Tus líneas me inspiran el sentimiento que a veces (o muchas veces), deberíamos dejar de lado los moldes y modelos tradicionales que nos hacen permanecer por largos años en situaciones que no merecen mayor análisis aquí… pero que sólo siguen existiendo por que hacemos caso a estas enraizadas y cómodas “hormas”…
Las crisis… evidentemente tendrán consecuencias en todo nuestro entorno; tal es el ejemplo de la crisis subprime que mencionas, (la que evidentemente esta citada como término genérico), la que ha traído para todas las economías repercusiones y cambios, de las cuales nuestro país no ha sido la excepción.
Múltiples consecuencias en términos, económicos, I+D, sociales e inclusive familiares.
¿El tema está, en CÓMO SACAR PROVECHO DE LAS CRISIS…?
Hacia ese punto, quiero referirme… y hacerles la invitación a enfrentar personal y socialmente, cada crisis como una situación que debemos aprovechar para fijarnos nuevos puntos de partida y realizar cambios estructurales (reingenierías si lo desean), que nos conduzcan a tiempos los "mejores tiempos"...
¡Por los mejores tiempos!
Querido irmão Rodrigo...
ResponderEliminarcom felicidade recebo a informação sobre teu BLOG. Mais um espaço para nossos tensos e produtivos diálogos acerca dos limites e possibilidades de construção de um mundo mais digno.
Saudações do fim do fundo da América do Sul.
Abraços e beijos fraternos.
Marcelo Moura
Pelotas/Brasil