Por estos días el tema de la economía es el tipo de cambio. La prensa señala que un experto en estudios sobre flujos monetarios sería el nuevo Nobel de economía, otros análisis más críticos hablan de una guerra de divisas hasta el inicio de una nueva guerra mundial que tiene su centro en las monedas y su influencia geopolítica, en Chile el Presidente emite comentarios que fuerzan al Banco Central a pronunciarse sobre éste tema que tanto preocupa al gobierno, los exportadores y bancadas de diputados que llaman a preocuparse del problema.
¿Cual es la rezón de tanto "consenso"?
Lo que hay detrás de todo esto es una única visión de la economía y del desarrollo como un proceso de acumulación de capital que requiere como base la mantención de un conjunto de reglas que son las que los economistas oficiales han definido como las únicas posibles.
Leer el conjunto de propuestas sobre el tipo de cambio y reglas de la economía ayuda a entender de que se habla, y a analizar en favor de quienes juegan las medidas que se proponen, incluso si se dice se realizan en favor de la gente.
El tipo de cambio es definido como la relación entre dos monedas, la nacional y alguna de las conocidas como monedas fuertes, y que pertenecen a los países centrales: USA, Euro, Yen, Yuan. Y la cosa empieza a ponerse grave por que el dolar, moneda sobre la que se ha construido toda la historia reciente de la economía capitalista, se devalúa y pierde valor frente a nuevas monedas de los grupos emergentes: Brasil, India y China básicamente. Por eso es que se llama a nivel internacional a un rescate del dolar, ya que se verían afectados una inmensa serie de grupos, o mejor dicho, sus transacciones. Lo que está de fondo es una perdida de hegemonía económica pero también geopolítica en que la multipolaridad empieza a parecer posible y a cambiar las reglas del juego. El eje parece irse a donde no ha estado, más después que la experiencia del Euro ha entrado también en crisis. Si Norteamericanos y Europeos, que han sido los pensantes del sistema mundo neoliberal, entran en crisis ¿que verdades van a transmitir los organismos económicos que fomentan libre mercado y libre fluctuación de monedas si con eso sus reinos del privilegio empiezan a entrar en crisis?. Por ello es que cuando España o Grecia siguen las reglas del juego del FMI con sus gobiernos de partidos socialistas y afectan a los salarios y la estabilidad en el empleo en realidad dicen dos cosas: uno, que aspiran a mantener un área mundial privilegiada frente al resto del globo; y dos que no tienen otras propuestas que las neoliberales. Sirven al mismo juego de los que mandan.
De hecho a los expertos en economía neoliberal les preocupa que se devalúen las monedas fuertes por que eso afecta la competitividad de los países, lo que en verdad quiere decir que les preocupa la competitividad de algunos países que es donde se mueve, factura y transa el dinero de quienes basan su poder en la posesión o manejo de grandes sumas de este y en el control de los flujos de divisas en los países de economías menos desarrolladas, menos diversificadas y/o monoproductoras. Lo que es una contradicción por que el que una moneda nacional se valorice, es decir cueste más, debiera significar que esa economía nacional es más fuerte. Lo que en verdad les preocupa es la devaluación por que se quedan sin recetas y alegan en contra de las regulaciones por que eso atenta contra la receta oficial de libertad total para la economía. Si se empieza a regular en los países emergentes (Brasil, China o Rusia lo están haciendo de maneras diferentes) puede querer regularse todo y para ello no tienen una receta diferente ni variables. Por eso cuando se les pregunta si esa regulación falla cual es la alternativa, dicen que no hay. Mantienen a tope la bandera de una verdad que no tiene respuestas por que se impone desde el principio como una racionalidad que dice "esto es lo único que hay".
Cuando en Chile el gremio de los exportadores y el gobierno están preocupados del tipo de cambio sucede algo similar: les preocupa que las reglas macroeconómicas en las que ministros, ex ministros, gerentes de bancos y de grandes empresas están de acuerdo: solo hay lugar para un tipo de economía que no contempla que se pueda comprar por cualquiera dolares más baratos, que señala que para mantener equilibrios contables se deben bajar los salarios reales, es decir lo que la gente gana una vez descontada la nflación, y por que si se perjudican los exportadores se va a tierra el centro del dogma neoliberal: que los países se hacen grandes exportando lo que tienen sin restricciones.
Pero nadie dice que en Chile, un peso que puede comprar más dolares encubre el que no todos tienen dinero disponible, sino que éste se sigue concentrando en unos pocos. Nadie dice que para mantener esta receta la formula técnica es bajar los salarios reales, es decir flexibilizar el empleo en beneficio de los dueños de las empresas que en Chile como en casi todo el mundo, son dueños de todo. Nadie dice que el sector exportador que hay que salvar es donde las condiciones laborales son las más brutales de manera directa como el trabajo temporal o de modo indirecto como los miles de contaminados químicamente en la industria de la fruta, donde se fumiga con los trabajadores en medio de los campos.
Para enfrentar esos problemas se refiere un tipo de cambio, pero no me refiero a la paridad de divisas ni a la frase de viva el cambio que la derecha adoptó para ganar el gobierno. Se requiere un tipo de cambio que se centre en las necesidades de los afectados, en su dignidad y en romper esta idea que nos ha colonizado: que hay un solo modelo económico viable y este tiene sus recetas que no pueden romperse y que deben mantenerse las reglas del juego.
Sobre el tipo de cambio monetario los economistas y políticos neoliberales y otros que dicen no serlo, apuestan a las recetas que han desarrollado la infraestructura y modernizado los espacios de la economía formal de muchos países, pero a costa del empobrecimiento de muchos. Basta recordar que en Chile la desigualdad social ha aumentado.
Sobre un cambio de otro tipo parecen haber pocas voces y a ratos ninguna.
¿Como hacemos para empezar a explicarles a los trabajadores y a quienes sobreviven en economías informales que cuando estos señores hablan de tipo de cambio están pensando en que si es necesario rebajarles el sueldo para que circule menos moneda de manera que sea un bien escaso, da igual si mañana son mas pobres mientras su modelo económico se mantenga?
Esa es la tarea más inmediata en la lucha por la dignidad y los derechos; hacer visible lo real. Y al respecto los economistas mayoritariamente recitan recetas, los encargados del derecho les preocupan más las leyes y a los demás les preocupa que los televisores cuesten menos sin importar si su vecino come.
Hay que volver a pensar en necesidades, derecho y accionar colectivo. Ese es el tipo de cambio que puede producir transformaciones.
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